La arquitectura, se ha vuelto uno con la humanidad, es parte de la cultura, de la historia y por supuesto de la economía de la sociedad, es parte de cada individuo y cada individuo es parte de ella, por un tiempo la arquitectura y la ingeniería evolucionaron y crecieron de manera lenta y progresiva, sin embargo en la actualidad y gracias a los inmensos avances tecnológicos está ha avanzado de manera agresiva y constante.
En la actualidad la tecnología y la arquitectura van de la mano, una hacer avanzar a la otra, y ambas crecen juntas, se ha llegado a un punto en el cual, un diseño arquitectónico paso de ser un proyecto de semanas e incluso meses, a hacerse en pocos días, gracias a los avances en informática y computación.
Aunque hay un factor que en los últimos años sin duda ha revolucionado al área de ingeniería y arquitectura, y es nada menos que las impresoras 3D. Las impresoras 3D han revolucionado la forma de ver el mundo y por supuesto de mejorarlo, simplificando las actividades humanas y mejorando de manera titánica el rendimiento de estas.
Las impresoras 3D han tenido muchísimos usos en todo este tiempo, pero uno de los más resaltantes, ha sido el de su aplicación en construcción, y es que desde muchos puntos de vista las impresoras 3D aplicada a la construcción ha mejorado y agilizado la ejecución de obras civiles, ahorrando tiempo y mucho dinero en dichas actividades.
La base de las obras civiles, son sus bases estructurales, dichas bases se construyen con materiales metálicos, estos materiales; bases, pilares. Tuberías, también pueden fabricarse en impresoras 3D y aún más sorprendente, ensamblarse, aumentando la velocidad de construcción en una estructura metálica completa.
Esta tecnología también ha sido aplicada en la construcción de puentes en algunos países europeos, ensamblando cada parte a medida va avanzando, una puente de varios km podría ser terminado en pocos meses con una aplicación completa de esta tecnología, además de que las impresoras 3D, pueden moldear cada pieza de una estructura pre construida, de manera precisa, y según lo exige la estructura, de esta manera los márgenes de error serán mínimos.
Una impresora 3D en la construcción de estructuras metálicas, puede aplicarse de dos formas:
Con un diseño predeterminado, una impresora 3D puede manejar ciertos metales, a altas temperaturas, y crear una pieza metálica, cubriendo una diseño inicial, capa sobre capa, se moldea el metal líquido, luego se enfría y queda una pieza metálica totalmente pre comprimido en poco tiempo, lista para ensamblar.
Otra función de las impresoras 3D es el ensamblaje de piezas prefabricada, funciona como una especie de DRONE; que se encarga de armar una estructura entera como si de un rompecabezas se tratara, en base a piezas previamente diseñadas y fabricadas, de esta forma lo que hacían muchos elementos de mano de obra en años, podría estar listo en pocos meses.
Sin duda las impresoras 3D demuestran mucho potencial en las diferentes áreas corporativas, aún falta mucho por ver y mucho por hacer con estos grandes avances tecnológicos.